LICEO ANTIOQUEÑO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA LICEO UDEA | Page 77

De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia Pero sí es preciso que apreciemos la tenaz lucha de aquel meritorio profesor por conseguir para el Liceo, a veces con pobrísimos recursos, ayer la amplia y hermosa cancha de basket-ball, y hoy la olímpica de fútbol, y la pista de atletismo que estamos inaugurando. Es preciso que reconozcamos que la cátedra de Educación Física fundada por el eximio Rector Doctor Miguel María Calle y por el distinguido profesor Don Jorge Herzig, lejos de decaer, ha sido un verdadero apostolado en manos de Don Darío y de sus dignos colaboradores, lo mismo en las clases ordinarias que en las competencias deportivas y atléticas, en el Departamento y hasta en la Nación. Aplaudamos con agradecimiento y fervor sin límites esta obra, rica de triunfos pasados, presentes y futuros. El estanque, adorno del pabellón del Año Primero, iniciativa del profesor Don Samuel Londoño, plan artístico del profesor Don Juan González, llevado a cabo por el señor director de ese año, profesor Don Luis María Sánchez, con la contribución de sus compañeros, de sus discípulos y de la Universidad, al inaugurarse hoy, queda como uno de los más bellos complementos del moderno, espacioso y luminoso edificio con que nos regalaron dos egregios rectores, el Doctor Samuel Barrientos Restrepo y el Doctor Iván Correa Arango, y como continuación de menos brillantes cosas, pero no menos esenciales en esto de edificar con el espíritu sobre la materia, como los jardines, con su firmamento de rosales y sus bancos, o como el palomar del segundo año, símbolo tiernísimo del hogar. Mil parabienes merece ese Año Primero, primero en pintar los salones y en decorar los muros con cerámica, mayormente su meritorio Director, Don Luis María Sánchez, trabajador incansable, autor de varios libros y eje y nervio constantes de la Acción Social Universitaria, que se lleva todas nuestras simpatías. La biblioteca de nuestro querido Liceo, que hasta hace poco no era más que una simple idea estéril, pero que nació hija de la Biblioteca General, que fundó sobre bases definitivas el eminente profesor Doctor Alfonso Mora Naranjo, al ser inaugurada hoy, cuenta con más de cinco mil volúmenes, entre ellos, ciento setenta y cinco de la biblioteca especializada de Filosofía, DON JOSÉ FÉLIX DE RESTREPO; ochenta de la biblioteca especializada de Química DON PAUSTO D’ELHUYAR y DON ANTONIO ULLOA; setenta y cinco de la biblioteca especializada de Física, DON FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS; ciento sesenta y uno de la biblioteca especializada de Lengua y Literatura, DON RUFINO JOSÉ CUERVO; y ochenta y siete volúmenes de la biblioteca especializada de matemática, DON JULIO GARAVITO ARMERO. Contribución de todos los generosos, de padres, estudiantes, profesores y particulares, y la más fundamental en plantel de educación como el nuestro, tiene muy señalados benefactores: el profesor Don Gustavo Rodríguez y el Maestro Carlos Vieco, primeros benefactores de la biblioteca especializada de música; Don Jorge Cárdenas, de la biblioteca especializada de arte; la Editorial Bedout, de la biblioteca especializada de obras didácticas. Y las bibliotecas misceláneas tienen entre sus mejores benefactores varias librerías, entre ellas la Librería Nueva, de Don Luis Eduardo Marín; profesionales, como el Doctor José Giraldo, odontólogo; estudiantes, como el joven Señor Carlos 77