LICEO ANTIOQUEÑO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA LICEO UDEA | Page 135

De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia
El crecimiento de la Universidad exige dar prioridad a muchas obras y paciente espera de las diferentes dependencias. En la sede de Robledo, especialmente las áreas comunes no recibieron mantenimiento y se fueron deteriorando, como ocurrió en la Facultad de Medicina y la misma sede central de la Universidad o Ciudad Universitaria, donde se hizo la reposición de la red hidrosanitaria en 2006-2007.
Deterioro de la sede y hechos que aceleraron la intervención
La red de alcantarillado había colapsado en la Ciudadela hacía ya años, debido al deterioro normal con el paso del tiempo y, en parte, a los daños provocados por los grandes árboles plantados cerca de los pabellones. Eran frecuentes las inundaciones en las épocas de lluvia, especialmente durante los meses de mayo y octubre, cuando se llegan los mayores aguaceros, las más graves ocurrieron como consecuencia del desbordamiento de las quebradas del sector. La última, la peor de los últimos años, ocurrió el 29 de octubre de 2008 debido a la ruptura del acueducto que va del tanque del cerro El Volador a surtir el barrio Robledo Palenque. La falla se produjo en el Instituto Tecnológico Metropolitano, donde provocó cuantiosos daños y la avalancha pasó a la Ciudadela, afectando principalmente los bloques 41( administración de la Facultad de Ciencias Agrarias, haciendas, informática, consultorio y clínica), 46( biblioteca, laboratorio de morfología y oficinas), 43( espacios del Instituto de Educación Física como camerinos, almacén de implementos deportivos, aulas de danza, laboratorio, bodegas) y las zonas deportivas( placa polideportiva, piscina, pista atlética, cancha de fútbol) y los dos parqueaderos, donde hubo graves daños a los vehículos.
Constantes, hasta cuando no llovía, eran las goteras por filtración de aguas de las cubiertas, ante las cuales el número y diversidad de vasijas para recogerlas aumentaba día a día, pero nunca daban abasto. Como consecuencia de las goteras eran comunes los desprendimientos del cielorraso, como el que cayó sobre los casilleros de estudiantes en el piso inferior del bloque 43, donde afortunadamente no hubo heridos.
Los pisos de la Ciudadela, en general, también estaban en una condición deplorable, en especial las pasarelas y el bloque 42 o patio-salón. Igual deterioro presentaba la piscina. Abundaba pues el riesgo por doquier y no se explica cómo no hubo serios accidentes.
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