LICEO ANTIOQUEÑO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA LICEO UDEA | Page 120

De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia
Daños en El Liceo. Fotos Donaldo Zuluaga, periódico El Mundo La siguiente es la crónica publicada en la Revista Semana el 21 de noviembre de 1988:
Vecinos y enemigos Nación. Dos colegios de Medellín cambian la guerra de tizas por bombas y trabucos.
Las inolvidables épocas de las guerras de tiza entre los diferentes cursos de bachillerato, han quedado atrás. Y ya no son " intercursos ", sino que ahora son intercolegiadas. Esto parece ser lo que se desprende de los enfrentamientos que han protagonizado dos colegios vecinos, ubicados en el barrio Robledo de Medellín, donde la tiza ha sido remplazada por la piedra, la varilla, el palo y hasta por la bala y las bombas. Los colegios Pascual Bravo( departamental) y Liceo Antioqueño( filial de la Universidad de Antioquia), que durante más de una década se disputaron el diploma de " solidaridad combativa ", están hoy enfrentados en una guerra que si bien no se puede decir que sea a muerte, sí puede llegar a tener serias consecuencias.
De hecho, durante el episodio que se registró el pasado 13 de octubre, cuando cerca de 200 estudiantes del Liceo Antioqueño se tomaron las instalaciones de su " rival " y las destruyeron, hubo un herido a bala. Y, aunque por suerte no sucedió nada más grave, la furia con que se desarrolló la " asonada " contra el Pascual Bravo sí dejó preocupados a estudiantes, profesores, directivos y padres de familia de ambas instituciones. Puertas violentadas, vidrios rotos, baños destrozados y hasta computadores hechos pedazos, formaron parte del escenario que dejaron los asaltantes.
En un acto, que para la mayoría de los estudiantes del Pascual Bravo resultó digno de algún grupo de jóvenes bajo los efectos de la droga, se intimidó brutalmente tanto a los celadores y aseadoras como a un pequeño número de estudiantes que se encontraba en ese momento en el edificio. El episodio se desató luego de que los estudiantes del Liceo Antioqueño fueron rechazados en una fiesta del Pascual Bravo. Esto ocasionó algunos empujones, uno que otro " madrazo " y una despedida amenazadora.
Pero no pasaron dos días después del primer agarrón, cuando un bus en el que viajaban los estudiantes del Pascual Bravo, que pasaba por el frente del otro colegio, fue atacado
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