LICEO ANTIOQUEÑO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA LICEO UDEA | Page 118
De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia
policías que impedían el tránsito de vehículos, “el hombre se asustó tanto que ahí mismo
dio media vuelta y se fue”.
Todo el mundo sabe
En la unidad en mención funciona desde hace tiempo una junta de propietarios que
aparte de solucionar los problemas internos de la comunidad se la ha pasado enviando
cartas a cuanta autoridad existe en Medellín denunciando el problema. La última la
enviaron la semana anterior a las directivas de la Universidad de Antioquia. En ella
hacían las mismas observaciones de hace diez años. Esta es la hora que ignoran si el
mensaje fue recibido o no.
A su vez, la última respuesta que recibieron fue, precisamente de la Administración del
Alma Mater el 24 de octubre de 1985. En ella, el entonces secretario general, que es el
mismo que está ahora, Roberto León Ojalvo Prieto, les informaba que el Consejo
Superior había tomado atenta nota sobre el particular y “que estaba estudiando las
medidas para devolverle la tranquilidad al sector”. Pero salió Ojalvo de la
Administración, volvió a ella y el problema sigue vigente, incluso peor.
“Sí, porque antes eran únicamente piedras o algunos petardos, pero en estos días
algunos de nosotros hemos visto a pelaos armados”, señaló uno de las personas
afectadas.
Cada día se agudiza más el problema. Semanas atrás un señor perdió la vida en plena
calle como consecuencia del estallido de un petardo en el carro. El hombre perdió el
control del vehículo y fue a estrellarse, de frente, contra otro carro que venía en sentido
contrario. Y hace tres o cuatro días apenas, se armó una balacera ante la vista de todos.
“Los culicagados que estaban tirando piedras, escondidos detrás de unos arbustos,
atacaron un carro muy bonito, elegante. Los del carro se bajaron de inmediato y
empezaron a repartir bala. Tenían subametralladoras. La granizada de plomo fue
terrible” dijo alguien quien aseguró que varios de los muchachos resultaron heridos. Este
hecho, sin embargo, no fue posible comprobarlo con las directivas del Liceo.
De todo esto la comunidad ya está cansada. “No resistimos más el cierre de vías. Que
las autoridades se busquen otro mecanismo para enfrentar el problema. Lo que
queremos exigirle a ellos, a través de ustedes, es que, por favor, no sigamos siendo
nosotros los que llevamos la peor parte, que deseamos tener, por fin, paz en nuestros
hogares”.
En un intento por controlar los desórdenes en este sector, las directivas del Instituto Pascual
Bravo tomaron medidas disciplinarias, expulsaron algunos estudiantes que participaban en
aquellos actos y la situación empezó a normalizarse, es decir, los estudiantes de esta institución
dejaron de participar en los tropeles; este hecho, según los informes de prensa, provocó la ira y
violenta reacción de los tropeleros del Liceo, quienes se empecinaron en castigar la falta de
solidaridad de los del Pascual y emprendieron una serie de ataques en su contra.
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