Libros Comunión de Gracia La Resurrección: Una Promesa Cumplida | Page 38

La Resurrección: Una Promesa Cumplida tras iglesias. Pero estas son parte de nuestras vidas, y de la experiencia y adoración cristianas. El tema central con respecto a la observancia del Domingo de Resurrec- ción es este: ¿cuánta libertad tienen los cristianos en el nuevo pacto, tanto individualmente o como una iglesia para expresar su fe, adoración y gratitud hacia Cristo en formas que no se encuentran en la Biblia? ¿Tienen los cristia- nos la libertad de innovar en la adoración? ¿Pueden los líderes de la iglesia establecer días especiales para celebrar los grandes actos de salvación? Ciertamente, la Biblia en ningún lugar nos dice que debemos celebrar el Domingo de Resurrección. Pero, como se mencionó anteriormente, tampoco nos dice en ningún lugar que no debemos celebrar la resurrección de Jesús en este día. El hecho es que la Biblia da ejemplos en que Dios le permitió a los seres humanos establecer tiempos y formas de adoración diferentes a los que Él había específicamente ordenado. Cuando Israel añadió Hanukkah y Purim a su calendario religioso; eventos que celebraron los hechos de salvación de Dios en la historia judía, éstos fueron aceptables a Dios. Jesús asistió a la adoración en el templo durante Hanukkah, entonces llamada la fiesta de la Dedicación (Juan 10:22). Los ju- díos añadieron la sinagoga y sus tradiciones, y en ningún lugar se dice que esto fue desagradable para Dios. En Juan 7:37 se sabe que Jesús se refirió a la ceremonia judía de sacar el agua, la cual representaba la salvación que buscaban. Jesús no condenó esta ceremonia sino la usó como un vehículo conveniente para explicar que Él era el que traería la salvación verdadera. Ejemplos como estos han llevado a muchos cristianos a la conclusión que la iglesia también tiene la libertad de añadir a su calendario festivales que celebran los hechos redentores a través de Jesús. Central entre éstos es la resurrección de Jesús, la cual es celebrada en la primavera (1 Corintios 15:3- 4). Es bueno celebrar la resurrección de Jesucristo en el Domingo de Resu- rrección. Es agradable para Dios ver a su pueblo adorando a Jesús y teniendo entendimiento del significado de su resurrección. Después de todo, la resu- rrección de Jesús debe ser una causa de gran regocijo y celebración. Es nues- tra esperanza de vida eterna. El amor, no un mandato, es lo que motiva a los cristianos a celebrar el 38