Libros Comunión de Gracia La Resurrección: Una Promesa Cumplida | Page 35

Celebrar la Resurrección de Jesús incienso, sacrificios animales, y la temporada de la cosecha como el eje de los festivales; estas y otras formas usadas en los cultos paganos encontraron su doble en el sistema de culto de Israel dado por Dios. Los festivales anuales o “días santos” que Dios le dio a Israel como parte del antiguo pacto estaban basados en las fases de la luna. El festival de Trompetas caía en luna nueva del séptimo mes. Los israelitas incluso tenían una celebración de la luna nueva con un tocar de cornetas (Salmo 81:3). Sin embargo, la luna regularmente era adorada como un dios o una diosa en otras culturas. De ahí viene el nombre “lunes”. Era el día apartado en honor a la luna. Si fuéramos a aplicar al sistema de adoración de Israel (el cual les dio Dios), el mismo razonamiento que algunas personas usan para llamar a la celebración del Domingo de Resurrección “pagana”, estuviéramos falsamen- te pintándola con el pincel del paganismo. De hecho, Dios transformó muchas costumbres paganas en una forma de adoración dedicada a Él. Aun el sol, universalmente adorado como un dios por las culturas paganas, es usado en la Escritura para simbolizar un aspecto de la gloria de Jesús. Lucas lo llamó “el sol naciente” (Lucas 1:78 NVI). Jesús también es llamado “la estrella resplandeciente de la mañana” en la Escritu- ra (Apocalipsis 22:16). Dios puede usar símbolos mal usados por los paganos y transformarlos para su propio uso, y para la adoración aceptable. El punto es que aun si hubiera alguna vez un festival pagano de “Easter” en la primavera, o si la palabra misma tuviera un significado pagano, no importa. Nadie cree que la frase “servicios de Domingo de Resurrección” significa un antiguo rito pagano o que él o ella están adorando al sol. Como se indicó con respecto al lunes, algunos de los nombres de los días de la semana tienen significado pagano y fueron nombrados en honor a dioses paganos. Lunes era el día de la luna; martes el día de Marte; miércoles era el día consagrado a Mercurio y jueves era el día de Júpiter. Pero no ado- ramos a dioses paganos cuando decimos o usamos estos nombres para nues- tros días. No pensamos en adorar a dioses antiguos cuando llega un día nue- vo. Es lo mismo con la palabra “Easter”. No importa si haya o no tenido una conexión pagana. Ya no pensamos más de ella en estos términos. Lo mismo se aplica a los servicios de culto el Domingo de Resurrección. Si había celebraciones paganas de “resurrección” a diferentes dioses en do- mingo; y sin duda las había, no importa. Esas instituciones, si existían, han 35