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La Resurrección: Una Promesa Cumplida
do? Jesús mismo. Se les apareció en un ser de carne y hueso. Ellos lo vieron y
lo tocaron. Los discípulos vieron al Cristo resucitado en varios lugares, en
varias ocasiones. No fueron ilusiones ni alucinaciones. Cientos de personas
estaban convencidas de que Jesús estaba vivo, y estaban tan convencidos
que predicaron esto aun cuando los amenazaban con la muerte. Ellos no
inventaron la historia; la gente no arriesga su vida por algo que consideran
falso. Su valor muestra que ellos creyeron, más allá de la sombra de la duda,
que Jesús verdaderamente estaba vivo. Ninguna otra explicación tiene senti-
do. Una víctima golpeada malamente y dejada por muerta a causa de los
latigazos y la crucifixión no hubiera podido escapar por sí sola. Tampoco
hubiera tenido sentido el que los judíos o los romanos se robaran el cuerpo.
Los judíos podían poner fin a la “herejía” de los discípulos si sencillamente
hubiesen traído un cuerpo muerto, ¡pero nadie pudo encontrar el cuerpo! La
tumba vacía quizá no fue suficiente para convencer a los discípulos, pero una
tumba con un cuerpo hubiese sido suficiente para ponerle fin a aquello. No
fue una broma. No fue un error. Jesús realmente estaba vivo, y cientos de
personas testificaron sobre lo que habían visto y oído. Aun Saulo de Tarso,
un enemigo del mensaje, fue convencido cuando Jesús se le apareció. No
eran ilusiones, ni fraude, ni alucinaciones, sino un acontecimiento que cam-
bió la vida de Saulo. La resurrección de Jesús cambió nuestras vidas también.
[5] ¿Qué prueba acerca de Jesucristo su resurrección? Romanos 1:4; Hechos
17:31.
[Comentario] Cuando Jesucristo resucitó y ascendió a la mano derecha del
Padre, fue un sello de aprobación para Jesús mismo, que mostraba que Él
era el Hijo de Dios y su Mesías. Demostró que Él no era un pecador, y que lo
que enseñó era verdadero. No obstante, los apóstoles usaron muy poco este
argumento. Jesús era el Hijo de Dios aun antes de ser resucitado, y lo que Él
enseñó fue cierto, no importa si hubiese resucitado o no. Los apóstoles le
dan más énfasis a lo que la resurrección de Jesús significa para nosotros,
para nuestra salvación.
[6] ¿Es la resurrección de Jesús una parte importante del mensaje del
evangelio? Romanos 10:9; 1 Corintios 15:4; 2 Timoteo 2:8. ¿Es la resurrec-
ción parte del simbolismo del bautismo? Romanos 6:4; Colosenses 2:12; 1
Pedro 3:21.
[7] Jesús murió por nuestros pecados para que fuésemos perdonados. Pe-
ro, ¿es necesaria su resurrección para nuestro perdón y nuestra justifica-
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