Libros Comunión de Gracia La Resurrección: Una Promesa Cumplida | Page 16
La Resurrección: Una Promesa Cumplida
Considere esto: ¿Podrían
los enemigos implacables de
Cristo –decididos a eliminar
el movimiento cristiano–
haber permitido fingir una
muerte? Esto no es lógico o
consistente con sus motivos y
con la narración bíblica.
John Stott pregunta: ¿Po-
demos realmente creer “que
después de los dolores del
juicio, los azotes y la crucifi-
xión, él pudo sobrevivir... en
una sepultura de piedra, sin
calefacción, ni comida, ni
cuidados médicos? ¿Pudo
mover la roca que tapaba la
entrada de la tumba... sin
despertar a los guardias romanos? ¿Pudo aparecerse a los discípulos y hacer-
les creer que había vencido la muerte?... Creer tal cosa es más increíble que
la duda de Tomás” (Basic Christianity, (Cristianismo Básico), página 49).
Propaganda del primer siglo
El argumento más antiguo contra la resurrección de Cristo es la intrigante
teoría de que el cuerpo de Cristo fue robado. Los gobernantes de Jerusalén
“le dieron a los soldados una fuerte suma de dinero y les encargaron: “Digan
que los discípulos de Jesús vinieron por la noche y que, mientras ustedes
dormían, se robaron el cuerpo... Así que los soldados tomaron el dinero e
hicieron como se les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que
hasta el día de hoy ha circulado entre los judíos.” (Mateo 28:11-15).
Pero esta teoría, también es indefendible, no importa quién se piense
que fueron los ladrones. En primer lugar, si los guardias estaban durmiendo,
¿Cómo supieron quién se había robado el cuerpo? Segundo, la jerarquía en
Jerusalén se contradecía, ellos habían puesto los guardias para prevenir que
sucediera este tipo de cosas.
16