Libro: Estado, pensamiento crítico y políticas públicas LIBRO IIESES 2018 | Page 71
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promovido tan sui generis “reivindicación”?
Desde que se diseñó la estructura jurídica y una vez aprobadas las
modificaciones constitucionales de la actual “Reforma Educativa” (2012-2013),
al iniciar el presente sexenio se dijo que: “La reforma educativa permitió al Estado
mexicano recuperar su rectoría en la materia, indispensable para dirigir y lograr
los cambios necesarios a favor de la niñez y la juventud, pese a que existen
intereses de todo género e inercias de todo origen, sostuvo el titular de la
Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet.” (29 enero, 2014). Ese mismo
discurso oficial se ha mantenido hasta la fecha y ha sido reiteradamente
esgrimido por el Secretario de Educación que estuvo en funciones, Aurelio Nuño.
Como se puede notar, desde el principio y en su momento tanto Emilio
Chuayffet como Enrique Peña Nieto, y posteriormente Aurelio Nuño, han incluido
en el núcleo de sus discursos la necesidad política de “recuperar” la rectoría del
Estado en materia educativa. Pero, ¿Acaso la Constitución Política y la Ley
General de Educación no establecían u otorgaban al Estado, antes de 2013, las
facultades jurídicas para ejercer dicha rectoría?, ¿Qué había de recuperarse,
aparte, si las facultades del Estado en la conducción y dirección de la educación
nacional ya estaban conferidas?
Al respecto, la Maestra Lucrecia Santibáñez ofrece un interesante
análisis:
Se habla mucho en los medios de que esta iniciativa de reforma es una estocada
al SNTE como si esto fuera su principal objetivo. Aquí habría que recordar, que
muchos países con buen desempeño educativo (Canadá, Singapur e incluso
Finlandia), tienen sindicatos docentes fuertes. Sin argumentar ningún tipo de
causalidad, tener un sindicato fuerte, por sí mismo, no excluye el tener buenos
resultados. Hay de sindicatos a sindicatos, por supuesto. En el caso de México
el SNTE tiene injerencia en todos los principales programas educativos y goza
de poder monopólico sobre las relaciones laborales entre autoridad y maestros.
Si le añadimos que juega directamente en la cancha gremial y en la cancha
electoral la cosa se complica. Por lo tanto, si cambiar las formas significa ampliar
el rango de acción de la autoridad educativa y su posibilidad de mejorar la
educación en México, el enfoque estaría justificado. (Nexos, 2012).
Gilberto Guevara Niebla, consejero de la Junta de Gobierno INEE, ha
expuesto sus ideas y argumentos sobre este tema: “El objetivo de la reforma
educativa es devolver el valor a la enseñanza. Lo que ocurrió con la educación
en los últimos 70 años fue que se generó una relación perversa entre el Estado
y las estructuras de poder político del SNTE, de tal manera que el primero hizo
concesiones desmesuradas en dinero, plazas, direcciones de escuelas…