2. Moderación
En los debates formales, la figura de moderador es crucial para conservar el orden
en la dinámica de debates y que los ánimos no se caldeen innecesariamente. A su
autoridad deberán someterse ambos bandos por igual, y será el encargado de
conducir el debate, asignar turnos de habla e interrumpir las intervenciones
cuando el tiempo pautado se haya vencido.
También es fundamental que éste sea imparcial, confiable, ajeno a la materia del
debate en cuestión, para que su labor de arbitraje no entre en conflicto con nada.
3. Tipos de debates
Dependiendo de si la materia a debatir es consensuada inicialmente, así como las
reglas del debate y de que exista un moderador, es posible distinguir entre
debates formales (donde hay acuerdo y moderador) e informales (surgidos de
manera espontánea, sin acuerdos previos ni moderación).
También pueden ser públicos (abiertos a la comunidad) o privados.
4. Formatos
Existen dos formatos tradicionales de debate:
Karl Popper. Nombrado así por el célebre filósofo austríaco, es el método
clásico de debate. Un tema se aborda desde un punto de vista a favor y uno
en contra (positivo-negativo), cada uno asumido por un grupo y enarbolado
a partir de las consideraciones y datos empíricos, porcentuales o fácticos
que hayan recabado en una investigación previa al debate. Cada equipo
deberá acordar entre sus miembros la respuesta y luego nombrar a un
expositor para que la defienda.
Lincoln-Douglas. Inspirado en los prolongados debates que Abraham
Lincoln y Stephen Douglas sostuvieron en 1858, en donde abordaron temas
como la esclavitud, la moral y los valores del hombre americano, este