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creo que el amor patrio me ciege al afirmar que
es el Perú, entre las naciones de la América Espa-
ñola, una de las mas interesantes y curiosas, por las mu-
chas peculiaridades de su psicología e historia, el sello
bumano (en el amplio sentido de la palabra) de todas sus
manifestaciones, el arraigado y castizo tradicionalismo, y
las tendencias de la literatura criolla y del antiguo arte
indio.
El Imperio de los Incas, o sea el Perú prehispano, in-
cluía el alto Perú (que es la actual Bolivia) y los territo-
rios que hoy forman la República del Ecuador, y además
el norte y centro de Chile, una buena parte del noreste
de la Argentina y la comarca de Pasto en el sur de Colom-
bia. El Virreinato peruano en los siglos XVI y XVII com-
prendía los distritos de las tres audiencias de Lima, Quito
y Charcas, y la supervigilancia de las gobernaciones de
Chile, Panamá y Tucumán. Estas gobernaciones fueron des-
pués segregados de la autoridad virreinal del Perú; la pro-
vincia de Quito se unió al Virreinato de Nueva Granada