Libro digital 1 TOMO-5 | Page 53

EL IMPERIO INCAICO 25 Refiriéndose a la Sierra anota su tristeza y desolación y comenta: "La altura andina predispone el ánimo a la frial- dad, la lentitud y la melancólica resignación". El antiguo garcilasista, el pugnaz polemista contra Qonzález de la Rosa y Uhle, se ha compenetrado insensiblemente de algunas de las necesarias verdades de los adversarios. Entre sus más altas cualidades para el desempeño de su función de historiador, tuvo Riva-Agüero la de su in- mensa capacidad receptiva, su inagotable curiosidad y eru- dición, el humanismo ingénito de su inteligencia que se interesaba por todos los aspectos deta historia universal y no sólo la peruana, sobrepasando las recortadas visiones de campanario y que hicieron de él un verdadero maestro de historia comparada. Riva-Agüero es, en su época, el más documentado de nuestros historiadores sobre formas sociológicas y culturales y lo que enaltece y distingue su obra son las analogías y comparaciones que hace de las instituciones y evolución del pueblo incaico con las de otros pueblos primitivos, como los caldeo s, ,los egipcios, los romanos, los chinos o los demás pueblos de América, con pleno dominio de las fuentes mél, saneadas y de los últimos hallazgos y comprobaciones. Con el Egipto halló la analogía del territorio que determina el tipo de una ci- vilización de oasis, la preocupación de ultratumba, los pro- cedimientos de momificación, el hieratismo en el arte y el recuerdo de las maldiciones populares por los padecimien- tos que significaron las grandes obras públicas. Compara también el 1ncarío con los pueblos babilonio y asirio y con la confederación azteca. Considera el régimen 1nca como un despotismo teocrático semejante al de China y Egipto, rodeado de una nobleza militar y feudal. El pa- ralelo entre el1mperio del Sol Celeste y el del Sol Andino, iniciado por Prescott y ahondado por Riva-Agüero, es una obra maestra de historia camparada. Con él pone de re- lieve, aparte de los rasgos seña·lados por Prescott -abso-