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E ha sorprendido muchísimo que un número de los
últimamene llegados a Lima de Orden Cristiano bo-
naerense, reproduzca el artículo del Señor Ricardo Pattee,
é!parecido en la Revista de América de los Estados Unidos,
pues el referido escritor, que preside asociaciones católi·
cas y es Asesor Cultural de la Secretaría de Estado en
Washington, y según mis noticias ha viajado por el Perú,
estampa en aquel artículo las siguientes inexactas y mal-
intencionadas frases: "José de la Riva-Agüero representa
en el Perú esta posición extremista, que mira a todo lo
que no es de origen español, en el estricto sentido de la
palabra, comq algo exótico, extraño y digno de conser-
varse en un museo. Nada puede ser más desafortunado
que esa abdicación del interés por los indios y su incor-
poración progresiva a la sociedad nacional" (pág. 304 del
Orden Cristiano, Buenos Aires).
Lo menos que merece este señor, que tales arbitra-
rias exclusiones y antojadizos desdenes me achaca, es de-
cirle que no está enterado de lo que habla, y que ha si-