Libro digital 1 TOMO-5 | Page 447

E NTRE las, muchas satisfacciones que me proporciona día a día mi venida al Japón, es una de las mayores hablar entre vosotros mi propia lengua castellana, sintién- dome perfectamente entendido, y oir en mi mismo idioma los amables discursos que me habéis dirigido y que me con- mueven por su sinceridad. En esta Escuela Superior, no necesito entrar en pre- liminares filológicos, que vosotros conocéis, sobre el ca- rácter aglutinante de todas las lenguas americanas indí- genas, que se agrupan no menos que en ciento veinte fa- milias. Ese carácter aglutinante es el mismo que distin- gue a la gran mayoría de las lenguas mongólicas. Dcbo advertir sólo que el pretendido monosilabismo del otomi en Méjico es una ilusión muy errónea, hoy del todo con- futada. A más de aglutinantes, los idiomas americanos indígenas se caracterizan por incorporantes y polisintéti- cos; pero estas dos características no son, como creían Briton y su escuela de la pura originalidad americana, peculiares ni exclusivas del nuevo continente, porque ta- les condiciones se hallan más o menos claras en algunas