Libro digital 1 TOMO-5 | Page 284

256 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO dicaron, como lo atestiguan las Informaciones de Vaca de Castro, a destruir los cordeles o anales incaicos, y a exter- minar a los quipocamayos. Pretendían los de Atahualpa que todo comenzara desde la exaltación de su soberano; y esta pasión demoledora, que se nos antoja un lejano an- tecedente de nuestras Patrias Nuevas, causó el mayor y más irremediable daño en la tradición incaica, muy poco antes de la conquista española. Con ello se acabaron na- turalmente de confudirse las tradiciones, por más que des- de el Gobernador Vaca de Castro hacia 1543 se ordenaran y levantaran informaciones cuidadosas, reuniendo con tra- bajo a los escasos quipocamayos que sobrevivían y que vagaban ocultos desde Atahualpa por los campos y las punas. Se tradujeron sus dichos por especiales intérpretes abonados asistidos de los conquistadores más expertos en las lenguas indígenas. Siete años después de las Informa- ciones de Vaca de Castro, daba cim¡¡ a su crónica Pedro Cieza de León, consultándola con príncipes cuzqueños y orejones y revisando la narración los Oidores Bravo de Saravia y D. Hernando de Santillán, muy peritos ambos en antigüedades indias. Desde 1570 reunió nuevas y más extensas informaciones D. Francisco de Toledo. Sobre todas éstas y sobre los demás cronistas podemos levantar con muchas posibilidades nuestras conjeturas acerca de la historia de los Incas. El primer problema que en ella se nos ofrece es el tocante a la época de la expansión incaica, si las conquis- tas de los Incas se iniciaron metódica y evolutivamente desde la primera dinastía, o si fueron la inesperada y rá- pida consecuencia del rechazo de los Chancas en el Cuz- co. La teoría tradicional, sostenida por Garcilaso, la que tiene por apoyo las Informaciones de Vaca de Castro y de los relatos últimamente conocidos de Huaman Poma de Ayala, es la de las conquistas casi ininterrumpidas a partir de los primeros soberanos. Los apasionados críticos