Libro digital 1 TOMO-5 | Page 132

104 JosÉ DE LA RlVA-ACÜERO Por mí todas las naciones han sido traídas a tus plantas.- y tú, padre mío, me has dado el champi de oro y el chuco de oro.- ¿Por qué me has ensalzado sobre los de mi linaje? Juya es ésta macana de oro; y tuyo todo lo que soy.- Joda mi valentía y todo mi vigor, -en tí estáln, y en tí hay que buscarlos.- Soy tu siervo; -- dígnate mirarme. Contemplando tu rostro, moriré cantando. Cuando el perdón final, prorrumpe: Riego con mis lágrimas ardientes la maza que me das. Soy cien veces tu esclavo.- ¿ Quién puede llamarse tu igual?- Acepta los nervios de mi corazón como correas de tus sandalias. Para hallar semejantes fórmulas de posternación, tal entusiasmo en la servidumbre, tal frenesí en la expresión de la obediencia del monarca, hay que remontarse muy le- jos de la civilización de Europa, de todas las culturas oc- cidentales y modernas. Muy posteriores al arreglo del Ollantay, * deben de ser las demás comedias quechuas conocidas, como verbigracia la Usca Páucar, harto mas castellanizadas, en las que los curas y catequistas ingirieron personajes cristianos dentro de las fábulas indígenas, según también lo hicieron en Méjico. * Cfr. Carácter de la f.iteratura del Perú 1ndependiente, versión definitiva, en Obras Completas, T. 1, Lima, 1%2. En las pp. 166-168 está la extensa nota sobre Ollantay pero con interesantes añadidos y precisiones seguramente de redacción posterior al año 1921 en que se escribe el presente ensayo. [N. del E.l.