Libro digital 1 TOMO-5 | Page 129

EL IMPERIO INCAICO 101 a escena para compadecer y jusitificar la amorosa flaqueza de su hija. El lenguaje es a menudo muy extraño, originalí- simo, atestado de imágenes a la vez tiernas y violentas, con- fusas, lacrimosas y grandiosas, espléndidas y vehementes 34 : Estrella, pupila del Sol, el llanto, lluvia del alma, aboga (mi corazón . .. [as lágrimas del rocío, agua viva purificadora, suavizan (e.l dolor . .. [os astros se revuelcan en la ceniza fría de las nubes, antes de fuego y abara opacas.- [os luceros descrinados arrastran sus caudas revueltas, y para mis ojos enrojecidos el firmamento vierte sangre. Hay versos convencionales, emblemáticos: "Lo roja flor del ñujcbu se esparce dondequiera", significa que se derrama sangre. Algunas comparaciones sentimentales, de complicada y ambigua elegancia, traen irresistiblemente a la memoria la poesía clásica japonesa. Otras se dirían persas o indos- tanas. Así el Inca Patchacútej, hablando con su hija predi- lecta, le dice: "Esencia de mi alma, red de mis entrañas, flor de mi progenie, desenvuélvete ante 'mis ojos, velo de oro" Las palabras de 1-luillaj Uma (Sumo Sacerdote), son de idolátrica solemnidad: En el semblante de la [una, todo es signo para mi. Ayer la bumareda de los sacrificios - se elevaba bas- ta la faz del Sol, y el Dios jubiloso se levanta - difundiendo sobre todos la felicidad. En la escena de coronación de Ollantay, el coro ex- clama: 34 Me guío por la excelente edición y traducción literal del quechua al francés, que hizo el erudito cuzqueño D. Cabina Pacheco Zegarra (París, 1878).