EL LIBRO DE ENOC
12 "Les han dominado los que los odian y los que los agreden. Ante quines los odian han bajado la cabeza y
ellos no han tenido piedad.
13 "Han intentado alejarse de ellos para escapar y descansar pero no han encontrado a dónde huir ni cómo
escapar de ellos.
14 "Se han quejado ante los gobernantes por su tribulación y han gritado contra quienes los devoran, pero
sus gritos no han sido atendidos ni escucharían su voz,
15 porque los gobernantes ayudan a los que los despojan y devoran, a los que han reducido su número;
encubren la opresión; no retiran el yugo de los que los devoran, desplazan y matan; ocultan su violencia y
no recuerdan que han levantado su mano contra Él".
Capítulo 104
1 Os lo juro, en el cielo los ángeles se acuerdan de vosotros para bien, en presencia de la Gloria del Grande.
2 Esperad, aunque primero habéis sido afligidos con la desgracia y el sufrimiento, ahora brillaréis como las
luminarias del cielo. Apareceréis y brillaréis y la puerta del cielo se abrirá ante vosotros. (Mt 5:5-12)
3 Con vuestro grito, gritad por justicia y ella aparecerá para vosotros, porque toda vuestra tribulación será
visitada en los gobernantes y en todos los que han ayudado a quienes os despojan.
4 Esperad y no renunciéis a vuestra esperanza porque disfrutaréis de una gran alegría, como los ángeles en
el cielo.
5 ¿Qué debéis hacer? No tendréis que esconderos el día del gran juicio, no seréis tomados por pecadores, el
juicio eterno caerá lejos de vosotros para todas las generaciones del mundo.
6 Ahora no temáis, oh justos, cuando veáis a los pecadores crecer en fuerza y prosperidad en sus caminos ni
os asociéis con ellos sino manteneos alejados de su violencia, porque vosotros seréis socios de las huestes de
los cielos.
7 Aunque vosotros pecadores digáis: "Ninguno de nuestros pecados debe ser investigado ni registrado", sin
embargo vuestros pecados son anotados todos los días.
8 Ahora os muestro que la luz y las tinieblas, el día y la noche vienen sobre vosotros. (Jn 3:20; Ef 5:13)
9 No seáis impíos en vuestros corazones, no mintáis ni alteréis la palabra de la verdad, no acuséis de
mentirosa a la palabra del Santo y del Grande, no toméis en cuenta a vuestros ídolos porque todas vuestras
mentiras e impiedades no os serán imputadas como justicia sino como un gran pecado.
10 Ahora sé este misterio: los pecadores alterarán y desnaturalizarán en muchas formas la palabra de
verdad y proferirán palabras inicuas, mentirán e inventarán grandes falsedades y escribirán libros sobre sus
palabras.
11 Sin embargo si ellos escriben verdaderamente toda mi palabra en sus idiomas y si no alteran ni abrevian
mis palabras, sino que escriben todo según la verdad, todo eso lo testificaré de primero en favor de ellos.
(Fp 1:18)
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