EL LIBRO DE ENOC
14 Vi a ese hombre que había anotado los nombres de los pastores y lo había llevado y presentado ante el
Señor de las ovejas que llegó en ayuda de aquel carnero, lo socorrió, lo rescató y le mostró todo.
15 Y vi venir a su lado al Señor de las ovejas, enfurecido; todos los que lo vieron huyeron y ensombrecieron
ante su presencia.
19 Observé el momento en que una gran espada fue entregada a las ovejas y ellas procedieron contra todas
las fieras del campo para matarlas y todas las bestias y las aves huyeron de su presencia.
18 Y vi cuando el Señor de las ovejas fue junto a ellas, tomó en sus manos la vara de su cólera, golpeó la
tierra y la tierra se resquebrajó y todas las bestias y las aves del cielo cayeron lejos de estas ovejas y fueron
engullidas por la tierra que se cerró sobre ellas.
20 Vi cuando un trono fue erigido sobre la tierra agradable, el Señor de las ovejas se sentó sobre él y el Otro
tomó los libros sellados y los abrió ante el Señor de las ovejas.
21 El Señor llamó a esos hombres blancos, los siete primeros y mandó que ellos llevaran ante Él,
comenzando por la primera estrella que las guiaba, a todas las estrellas cuyo miembro sexual era como el de
los caballos. y ellos las llevaron a todas ante Él.
22 Luego, Él habló al hombre que escribía ante Él, uno de los siete hombres blancos, y le dijo: "Toma esos
setenta pastores a quienes había encomendado las ovejas y que después de haberlas recibido degollaron a
muchas más de las que se les había mandado".
23 He aquí que los vi a todos encadenados y todos se postraron ante Él.
24 El juicio recayó en primer lugar sobre las estrellas y ellas fueron juzgadas, encontradas culpables y
enviadas al lugar de condenación, fueron arrojadas a un abismo llenos de fuego, llamas y columnas de
fuego. (Os 4:1-8)
25 Entonces los setenta pastores fueron juzgados, encontrados culpables y arrojados al abismo ardiente.
26 Vi en ese momento como un precipicio que se estaba abriendo en medio de la tierra. Llevaron a aquellas
ovejas ciegas hasta allí y todas fueron juzgadas y encontradas culpables y arrojadas al abismo en semejante
abismo de fuego y ellas ardieron en ese precipicio que estaba a la derecha de esa casa.
27 Vi arder a esas ovejas y sus huesos también ardían.
28 Me levanté para ver como Él desarmó esa vieja casa, se llevó todas sus columnas, vigas y adornos de la
casa que fueron retirados al mismo tiempo, y se los llevaron y los pusieron en un lugar al sur de la tierra.
29 Vi cuando el Señor de las ovejas trajo una nueva casa, más grande y alta que la primera y Él la puso en el
sitio de la primera que había sido desarmada. Y todas sus columnas eran nuevas y sus adornos eran nuevos
y mayores que los de la primera, la casa vieja que se había llevado. Todas las ovejas estaban adentro.
(Es 6:14-15; Ez 40:2; Ap 21:10-11)
30 Vi a todas las ovejas que quedaban, a las bestias de la tierra y a las aves del cielo inclinarse para rendir
homenaje a estas ovejas, suplicarles y obedecerles en todas las cosas. (Ap 7:13-15, 22:3)
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