EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 86
1 De nuevo estuve fijando mis ojos en el sueño y vi el cielo por encima y he aquí que una estrella cayó del
cielo en medio de los toros grandes y comió y pastoreó en medio de ellos.
2 Entonces vi estos toros grandes y negros, todos ellos intercambiaban sus pastos, establos y becerros y
comenzaron a vivir unos con otros.
3 Observé de nuevo en mi sueño y miré hacia el cielo y he aquí que muchas estrellas descendían y caían del
cielo en medio de la primera estrella y eran transformadas en toros en medio de aquellos becerros y
pastaban con ellos y entre ellos.
4 Los miré y vi como todos sacaron su miembro sexual como caballos y montaron las vacas de los toros y
todas quedaron preñadas y parieron elefantes, camellos y asnos.
5 Todos los toros les tenían miedo, se aterrorizaron con ellos y comenzaron a morder con sus dientes a
devorar ya cornear.
6 Y además comenzaron a devorar a esos toros y he aquí que todos los hijos de la tierra se empezaron a
temblar y a espantarse ante ellos y a huir.
Capítulo 87
1 Nuevamente vi como comenzaban a golpearse el uno al otro y a devorarse el uno al otro y la tierra se puso
a gritar.
2 Después elevé de nuevo mis ojos al cielo y tuve una visión; hela aquí: salieron del cielo seres parecidos a
hombres blancos, salieron cuatro de ese lugar y tres con ellos.
3 Así, esos tres que salieron de últimos me tomaron de la mano y me llevaron por sobre la generación
terrestre hasta un lugar elevado y me mostraron una torre alta construida sobre la tierra y todas las colinas
eran más bajas.
4 Me dijeron: "Permanece aquí hasta que hayas visto todo lo que le sucederá a estos elefantes, camellos y
asnos y a las estrellas, las vacas y a todos ellos".
Capítulo 88
1 Vi a uno de los cuatro que había salido primero, agarrar a la primera estrella que había caído del cielo,
atarla de pies y manos y arrojarla en el abismo profundo, angosto, escarpado y oscuro.
2 Después uno de ellos sacó la espada y se la dio a los elefantes, camellos y asnos y ellos comenzaron a
herirse el uno al otro y toda la tierra tembló a causa de esto.
3 Seguía observando mi sueño, cuando he aquí que a uno de los cuatro que habían salido, le llegó una orden
del cielo y él tomó a todas las numerosas estrellas cuyos miembros sexuales eran como los de los caballos y
él las ató a todas de pies y manos y las arrojó en un abismo de la tierra.
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