Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 506

8. 15 –9. 8 I Samuel 418 de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus sier- 15 vos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus 16 oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos 17 hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis 18 sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. 19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino 20 que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también co- mo todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá 21 delante de nosotros, y hará nuestras guerras. Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová. 22 Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Idos cada uno a vuestra ciudad. 9 Había un varón de Benjamín, hombre valeroso, el cual se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo 2 de Afía, hijo de un benjamita. Y tenía él un hijo que se lla- maba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a 3 cualquiera del pueblo. Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las 4 asnas. Y él pasó el monte de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no 5 las encontraron. Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará 6 acongojado por nosotros. Él le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos 7 nuestro camino. Respondió Saúl a su criado: Vamos ahora; pero ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras al- forjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de 8 Dios. ¿Qué tenemos? Entonces volvió el criado a responder a Saúl, diciendo: He aquí se halla en mi mano la cuarta parte