Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 500

3. 20 –4. 13 I Samuel 412 estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. 20 Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel 21 era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová. 4 Y Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Is- rael a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó junto a 2 Eben-ezer, y los filisteos acamparon en Afec. Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Is- rael fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en 3 la batalla en el campo como a cuatro mil hombres. Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros 4 enemigos. Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los que- rubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con 5 el arca del pacto de Dios. Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan 6 gran júbilo que la tierra tembló. Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es ésta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová 7 había sido traída al campamento. Y los filisteos tuvieron mie- do, porque decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron: 8 ¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así. ¡Ay de noso- tros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Éstos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el 9 desierto. Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed 10 hombres, y pelead. Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres 11 de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos 12 de Elí, Ofni y Finees. Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra 13 sobre su cabeza; y cuando llegó, he aquí que Elí estaba sen- tado en una silla vigilando junto al camino, porque su corazón