Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 496

1. 16 –2. 5 I Samuel 408 bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante 16 de Jehová. No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado 17 hasta ahora. Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Is- 18 rael te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su 19 camino, y comió, y no estuvo más triste. Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová 20 se acordó de ella. Aconteció que al cumplirse el tiempo, des- pués de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por 21 nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová. Des- pués subió el varón Elcana con toda su familia, para ofrecer 22 a Jehová el sacrificio acostumbrado y su voto. Pero Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado, para que lo lleve y sea presentado delante de 23 Jehová, y se quede allá para siempre. Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te parezca; quédate hasta que lo destetes; solamente que cumpla Jehová su palabra. Y se quedó 24 la mujer, y crió a su hijo hasta que lo destetó. Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en 25 Silo; y el niño era pequeño. Y matando el becerro, trajeron 26 el niño a Elí. Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a 27 Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. 28 Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová. 2 Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi po- der se exalta en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemi- 2 gos, Por cuanto me alegré en tu salvación. No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio 3 como el Dios nuestro. No multipliquéis palabras de grande- za y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las 4 acciones. Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los dé- 5 biles se ciñeron de poder. Los saciados se alquilaron por pan, Y los hambrientos dejaron de tener hambre; Hasta la estéril