Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 473

385 Jueces 13. 10 –14. 2 estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella. Y la mujer corrió prontamente a avisarle a su marido, 10 diciéndole: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día. Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y 11 vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy. Entonces Manoa dijo: Cuando tus 12 palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él? Y el ángel de Jehová res- 13 pondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije. No tomará nada que proceda de la vid; no beberá 14 vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé. Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego 15 nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito. Y el 16 ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová. Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, 17 para que cuando se cumpla tu palabra te honremos? Y el án- 18 gel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable? Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, 19 y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo mila- gro ante los ojos de Manoa y de su mujer. Porque aconteció 20 que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra. Y el ángel de 21 Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a 22 su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos vis- to. Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no 23 aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anun- ciado esto. Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre 24 Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu 25 de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol. Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer 14 de las hijas de los filisteos. Y subió, y lo declaró a su padre y 2 a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las