Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 472

12. 7 –13. 9 Jueces 384 Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos 7 mil. Y Jefté juzgó a Israel seis años; y murió Jefté galaadita, 8 y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad. Después 9 de él juzgó a Israel Ibzán de Belén, el cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó fuera, y tomó de fuera treinta 10 hijas para sus hijos; y juzgó a Israel siete años. Y murió Ibzán, 11 y fue sepultado en Belén. Después de él juzgó a Israel Elón 12 zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años. Y murió Elón za- bulonita, y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón. 13 Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, piratonita. 14 Éste tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre 15 setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años. Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec. 13 Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por 2 cuarenta años. Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca 3 había tenido hijos. A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; 4 pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no be- 5 bas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimien- to, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos. 6 Y la mujer vino y se lo contó a su marido, diciendo: Un va- rón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era como el aspecto de un ángel de Dios, temible en gran manera; y no le pregunté 7 de dónde ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre. Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmun- da, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento 8 hasta el día de su muerte. Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que 9 hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer,