Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 35

EL LIBRO DE ENOC 6 Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la misericordia del Señor de los espíritus porque su vida encontró su final . Capítulo 39 1 Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos y santos descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará a ser uno con el de los hijos de los hombres. 2 Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros de la angustia y el destierro: "Nunca más obtendrán misericordia", dijo el Señor de los espíritus. 3 Y las nubes me cubrieron, y el viento me levantó de la superficie de la tierra y me dejó en el límite de los cielos. 4 Allí tuve otra visión: vi el lugar donde habitan los santos y el lugar de descanso de los justos. 5 Ahí contemplé con mis ojos las moradas en medio de los ángeles de justicia y sus lugares de descanso entre los santos. Mientras suplican y oran por los hijos de los hombres, la justicia brota entre ellos como el agua y la misericordia se esparce sobre ellos como el sobre el rocío sobre la tierra, por los siglos de los siglos. 6 En ese lugar con mis ojos vi al Elegido de Justicia y de Fe; la justicia prevalecerá en sus días y los justos y los elegidos serán innumerables ante él por los siglos de los siglos. 7 Vi su morada bajo las alas del Señor de los espíritus; todos los justos y los elegidos brillarán frente a él como el resplandor del fuego; su boca estará llena de bendición; sus labios glorificarán el nombre del Señor de los espíritus; y la justicia y la verdad no fallarán ante él. 8 Yo deseaba vivir allí y mi espíritu anhelaba esa morada: esa era desde antes mi herencia, tal y como había sido establecida para mí ante el Señor de los espíritus. 9 En esos días alabé y ensalcé el nombre del Señor de los espíritus con bendiciones y alabanzas porque Él me ha destinado para la bendición y la gloria de acuerdo con el buen parecer del Señor de los espíritus. 10 Por mucho tiempo mis ojos observaron ese lugar y lo bendije a Él y lo alabé diciendo: "Bendito es Él y bendito sea desde el principio y para siempre". 11 Ante Él no hay renuncia; Él sabe desde antes de que el mundo fuera creado qué es para siempre y qué será de generación en generación. 12 Aquellos que no duermen te bendicen; ellos están ante tu Gloria y bendicen, alaban y ensalzan diciendo: " Santo, Santo, santo es el Señor de los espíritus, Él llena la tierra con espíritus". 13 Mis ojos vieron allá a todos aquellos que no duermen, bendiciendo y diciendo: "Bendito seas tú y bendito sea el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los siglos". 14 Mi rostro fue cambiado y no podía sostener la mirada. Página 20