EL LIBRO DE ENOC
3 Por cada una de estas puertas pequeñas pasan las estrellas del cielo y corren por el curso trazado para
ellas hacia el occidente.
4 Al ver esto bendije todo el tiempo al Señor de Gloria, y continuaré bendiciendo al Señor de Gloria, que ha
realizado grandes y magníficos prodigios para mostrar la grandeza de su obra a los ángeles, a los espíritus y
a los humanos, para que ellos puedan alabar esa obra, toda su creación, para que puedan ver la
manifestación de su poder y alaben la grandiosa obra de sus manos y le bendigan por siempre.
Libro de las Parábolas
Capítulo 37
1 La segunda visión que él vio -visión de sabiduría- que vio Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalalel, hijo de
Kainan, hijo de Enos, hijo de Set, hijo de Adán.
2 Este es el comienzo de las palabras sabias que hice salir con mi voz, para hablarle y decirle a los habitantes
de la tierra: "Escuchad hombres de épocas pasadas y del porvenir, las palabras del santo que habla en
presencia del Señor de los espíritus.
3 Fue excelente declararlas a los hombres de antaño pero igualmente a los del porvenir, no vamos a
negarles el principio de sabiduría.
4 Hasta ahora tal sabiduría no ha sido dada por el señor de los espíritus, pero yo la he recibido de acuerdo
con mi discernimiento y con el buen parecer del Señor de los espíritus gracias a quien me ha sido dada mi
parte en la vida eterna.
5 Tres parábolas me fueron comunicadas ya y yo he elevado mi voz para relatarlas a quienes habitan sobre
la tierra.
Capítulo 38
1 Primera Parábola.- Cuando aparezca la asamblea de los justos y los pecadores sean juzgados por sus
pecados y expulsados de la superficie de la tierra.
2 cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los elegidos cuyas obras dependen del señor de
los espíritus; cuando la luz brille para los justos y para los elegidos que habitan sobre la tierra: ¿Dónde
estará entonces la morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar de descanso de quienes han renegado
del Señor de los espíritus? Habría sido mejor para ellos no haber nacido. (Mc 14:21)
3 Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores juzgados y expulsados de la presencia
de los justos y los elegidos,
4 desde ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos ni elegidos por más tiempo ni podrán
ellos mirar a la cara de los santos, porque será la luz del Señor de los espíritus la que brillará sobre la cara
de los santos, de los justos, de los elegidos.
5 Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán entregados a las manos de los justos y de los santos.
(Sal 149 2:9)
Página
19