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Levítico
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del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. Cuando
el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le opri-
miréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero
que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque
extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro
Dios. No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en
peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medi-
das justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la
tierra de Egipto. Guardad, pues, todos mis estatutos y todas
mis ordenanzas, y ponedlos por obra. Yo Jehová.
Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dirás asimismo a los hi-
jos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los
extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus
hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo ape-
dreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré
de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, con-
taminando mi santuario y profanando mi santo nombre. Si el
pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que
hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, entonces
yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia,
y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron
en pos de él prostituyéndose con Moloc. Y la persona que
atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de
ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré
de entre su pueblo. Santificaos, pues, y sed santos, porque yo
Jehová soy vuestro Dios. Y guardad mis estatutos, y poned-
los por obra. Yo Jehová que os santifico. Todo hombre que
maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre
o a su madre maldijo; su sangre será sobre él. Si un hombre
cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y
la adúltera indefectiblemente serán muertos. Cualquiera que
yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre des-
cubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.
Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; come-
tieron grave perversión; su sangre será sobre ellos. Si alguno
se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron;
ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. El que
tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán