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Levítico
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será. Será quemado el vestido, la urdimbre o trama de lana o
de lino, o cualquiera obra de cuero en que hubiere tal plaga,
porque lepra maligna es; al fuego será quemada. Y si el sacer-
dote mirare, y no pareciere que la plaga se haya extendido en
el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquiera obra
de cuero, entonces el sacerdote mandará que laven donde está
la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días. Y el sacerdote
mirará después que la plaga fuere lavada; y si pareciere que la
plaga no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya exten-
dido la plaga, inmunda es; la quemarás al fuego; es corrosión
penetrante, esté lo raído en el derecho o en el revés de aquella
cosa. Mas si el sacerdote la viere, y pareciere que la plaga se
ha oscurecido después que fue lavada, la cortará del vestido,
del cuero, de la urdimbre o de la trama. Y si apareciere de
nuevo en el vestido, la urdimbre o trama, o en cualquiera cosa
de cuero, extendiéndose en ellos, quemarás al fuego aquello en
que estuviere la plaga. Pero el vestido, la urdimbre o la tra-
ma, o cualquiera cosa de cuero que lavares, y que se le quitare
la plaga, se lavará segunda vez, y entonces será limpia. Ésta
es la ley para la plaga de la lepra del vestido de lana o de lino,
o de urdimbre o de trama, o de cualquiera cosa de cuero, para
que sea declarada limpia o inmunda.
Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Ésta será la ley para
el leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote, y éste
saldrá fuera del campamento y lo examinará; y si ve que está
sana la plaga de la lepra del leproso, el sacerdote mandará
luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas,
limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. Y mandará el
sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas
corrientes. Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana
y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de
la avecilla muerta sobre las aguas corrientes; y rociará siete
veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio;
y soltará la avecilla viva en el campo. Y el que se purifica
lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua,
y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará
fuera de su tienda siete días. Y el séptimo día raerá todo el
pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su