47
Génesis
31. 33–50
hurtado. Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de
Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de
la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel. Pero tomó
Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y
se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los
halló. Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no
me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre
de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos. Entonces
Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a
Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, pa-
ra que con tanto ardor hayas venido en mi persecución? Pues
que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos
los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y
de los tuyos, y juzguen entre nosotros. Estos veinte años he
estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo
comí carnero de tus ovejas. Nunca te traje lo arrebatado por
las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de
noche, a mí me lo cobrabas. De día me consumía el calor, y
de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. Así he estado
veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hi-
jas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez
veces. Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de
Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con
las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de
mis manos, y te reprendió anoche. Respondió Labán y dijo a
Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y
las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué
puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han
dado a luz? Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea
por testimonio entre nosotros dos. Entonces Jacob tomó una
piedra, y la levantó por señal. Y dijo Jacob a sus hermanos:
Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y
comieron allí sobre aquel majano. Y lo llamó Labán, Jegar
Sahaduta; y lo llamó Jacob, Galaad. Porque Labán dijo: Este
majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado
su nombre Galaad; y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jeho-
vá entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro. Si
afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50