LIBRO BLANCO Libro Blanco 20 Nov 2017 | Page 47

forma aislada, puntual y localista; (ii) la nueva centralidad de los conflictos relacionados con las concesiones y el proceso de ampliación de ope- raciones de empresas petroleras y mineras en el país; (iii) el potencial de agregación de deman- das y de aglutinación de actores en torno a un evento conflictivo (en un contexto normalmente caracterizado por la multiplicación de actores y la fragmentación de conflictos); y (iv) la espiral de violencia creciente que tanto la prolongación del conflicto, como la lógica de desgaste del diálogo y más aún la intervención de las fuerzas del orden pueden desatar. De esta forma, más allá de fluctuaciones menores en el corto plazo, la comparación entre los períodos de ‘preinflexión’ (antes del 2008) y ‘postinflexión’ (2010-actualidad) muestra que el conflicto de Bagua, y más específicamente, la forma en que se gestionó y las causas que lo originaron cristalizó una serie de cambios duraderos en el patrón de conflictividad social en Perú: el número total de conflictos se incrementó considerablemente, pasando de un promedio de 80 a más de 200 conflictos entre activos y latentes; el porcentaje de conflictos activos (que tienen un mayor potencial de violencia) pasó de representar el 25% al 75% del total de conflictos registrados; el número de conflictos socio- ambientales se multiplicó por cinco, pasando de un promedio de 25 a 132 conflictos actuales; y en términos relativos, los conflictos socio- ambientales incrementaron su participación del 30% al 64% del total de conflictos en el país. Este pronunciado incremento de los conflictos sociales, y de los socio-ambientales en particular, estaría causado por el crecimiento de la econo- mía peruana, asentado en el dinamismo de la inversión privada, fundamentalmente en torno a grandes proyectos de inversión mineros, pe- troleros y gasíferos en zonas rurales, alimentando temores (percibidos o reales) en las poblaciones locales sobre el impacto negativo en sus condi- ciones de vida, básicamente en cuanto hace a la contaminación ambiental que estos proyectos podrían generar, contaminando las fuentes de agua y perjudicando las tierras dedicadas a la agricultura. Los conflictos sociales en el Perú han mostrado una serie de tendencias en los últimos años: (i) el número elevado de conflictos que se producen mensualmente en el país, asociado con un alto grado de fragmentación de los conflictos y con una multiplicación de los actores en conflicto; (ii) el protagonismo del Estado central como refe- rente principal, ya sea como actor demandado o como instancia en la que recae la competencia en la atención de las demandas presentadas; y (iii) las limitadas capacidades que tiene el Estado para gestionar los conflictos. 45