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En ese sentido, en la Declaración de Bridge-
town, los Ministros de Relaciones Exteriores y
representantes de la Organización de Estados
Americanos, en junio del 2002, reconocieron
que “las amenazas, preocupaciones y otros
desafíos a la seguridad en el hemisferio son de
naturaleza diversa y alcance multidimensional y
que el concepto y el enfoque tradicional debe
ampliarse para abarcar nuevas amenazas no
tradicionales, que incluyen aspectos políticos,
económicos, sociales, de salud y ambientales.” 3 ciones y otros desafíos a la seguridad hemis-
férica son de naturaleza transnacional y pue-
den requerir una cooperación hemisférica
adecuada.
Siguiendo esa corriente de pensamiento, en la
Declaración sobre Seguridad en las Américas,
suscrita por nuestro país en octubre del 2003, se
formuló que la seguridad en el continente ame-
ricano puede afectarse de diferentes formas, a
partir de amenazas tradicionales y de nuevas
amenazas, preocupaciones y desafíos, que tie-
nen características complejas y provienen de
diversas dimensiones. l) La seguridad de los Estados del Hemisfe-
rio se ve afectada, en diferente forma, por
amenazas tradicionales y por las siguientes
nuevas amena zas, preocupaciones y otros
desafíos de naturaleza diversa:
De manera textual, esta Declaración señala:
“i) Las amenazas tradicionales a la seguridad y
sus mecanismos para enfrentarlas siguen sien-
do importantes y pueden ser de naturaleza dis-
tinta a las nuevas amenazas, preocupaciones y
otros desafíos a la seguridad y a los mecanis-
mos de cooperación para hacerles frente.
j) Las nuevas amenazas, preocupaciones y
otros desafíos a la seguridad hemisférica son
problemas intersectoriales que requieren
respuestas de aspectos múltiples por parte
de distintas organizaciones nacionales y, en
algunos casos, asociaciones entre los go-
biernos, el sector privado y la sociedad civil,
todas actuando de forma apropiada confor-
me a las normas y principios democráticos y
las normas constitucionales de cada Estado.
Muchas de las nuevas amenazas, preocupa-
3
k) Los Estados del Hemisferio reconocen di-
ferentes perspectivas sobre las amenazas y
prioridades a su seguridad. La arquitectura
de seguridad en nuestro Hemisferio deberá
ser flexible y contemplar las particularidades
de cada subregión y de cada Estado.
• el terrorismo, la delincuencia organizada
transnacional, el problema mundial de las
drogas, la corrupción, el lavado de activos,
el tráfico ilícito de armas y las conexiones
entre ellos;
• la pobreza extrema y la exclusión social
de amplios sectores de la población, que
también afectan la estabilidad y la demo-
cracia. La pobreza extrema erosiona la co-
hesión social y vulnera la seguridad de los
Estados;
• los desastres naturales y los de origen hu-
mano, el VIH/SIDA y otras enfermedades,
otros riesgos a la salud y el deterioro del
medio ambiente;
• la trata de personas;
• los ataques a la seguridad cibernética;
• la posibilidad de que surja un daño en el
caso de un accidente o incidente duran-
te el transporte marítimo de materiales
potencialmente peligrosos, incluidos el
petróleo, material radioactivo y desechos
tóxicos;
• la posibilidad del acceso, posesión y uso
ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS (2002). Declaración de Bridgetown: Enfoque Multidimensional de la Seguridad Hemisférica. Barbados.