5 LibreFantasía/nro 3
Cinco caballeros salieron del Orbe.
Cinco leales servidores de la luz.
El Orbe les convocó al principio del Todo.
Solo cinco, para los cinco reinos que se empezaron a formar.
Morgadul, el más fuerte, indestructible como un titán.
Vadarís, la más letal, bella y peligrosa, invencible en la lucha.
Gamiles, el prudente, el más sabio de todos ellos.
Kridorán, el más rápido, como el rayo en la tormenta.
Y Adash, el más joven, orgulloso y valiente.
Fueron llamados para defender el porvenir del nuevo mundo,
en la Era que estaba aún por llegar.
El destino de los hombres estaba escrito en la Tela del Tiempo.
Fue la voluntad del Orbe que la Tela se rasgara,
y que los hombres fueran libres de decidir su futuro.
Durante más de mil años los caballeros velaron por los hombres,
dejando que fueran dueños de su propio destino.
Hasta la llegada de Grom.
La entidad fue requerida por aquellos que deseaban aumentar su poder.
Por reyes codiciosos que buscaron en la magia oscura de los hechiceros.
El advenimiento del mal fue entonces imparable.
Grom controló desde ese momento sus destinos,
sin que nada pudieran hacer para evitarlo.
Los reinos se enfrentaron entre ellos,
hermanos contra hermanos,
hijos contra padres,
y su futuro quedó en manos de la antigua entidad.
Solo el Orbe intentó detenerla convocando a los cinco reinos.
Pero ninguno de ellos aceptó, pervertidos por Grom.
El Orbe abandonó a los hombres a su propio destino,
controlado ahora por la entidad del mal.
Solo al final, cuando su decisión estaba tomada,
el Viento, su hijo más amado, pidió clemencia para los hombres.
Y el Orbe se apiadó.
Los cinco caballeros de la luz ayudarían a estos seres ingratos.
Solo ellos cinco, bajo la protección de su hijo.
Ahora, compartirían la vida de los hombres.
Ellos serían desde ese día los Mercenarios del Viento.
PRÓLOGO DE LA SERIE