Algo tan simple como hilos. Llevan siglos haciéndolo y durante muchos siglos más continuarán. Hasta que un día algo cambia y no es el aleteo de una mariposa, es una decisión.
Cloto, la más joven, lleva en la mano un hilo de lana de una calidad tan ínfima que se ve obligada a sujetarlo firmemente por miedo a que se desintegre. Laquesis, la mediana, tiene preparada la rueca para introducir el hilo y empezar a tejer. Cuando comienza no puede parar. Lo hace con una soltura que ni una costurera humana sería capaz. Sin embargo, debe tener cuidado porque un hilo de esa calidad es fácil que se rompa.
Átropos, la hermana mayor, es la encargada de cortar con unas tijeras el hilo acabando con la vida de la persona a quien pertenece. Es capaz de ver toda su vida en cada uno de los trozos del hilo, gracias a unas gafas graduadas sobrenaturales. El individuo que tiene entre sus manos, es un chico muy joven, de menos de dieciocho años. Tuvo una infancia dura en la que tuvo que demostrar ser adulto a temprana edad. Ha tomado malas decisiones y ha acabado mendigando en la ciudad de Argol, una ciudad en la que no es fácil sobrevivir.
Átropos ha visto casos parecidos pero éste le conmueve especialmente. Le hubiera gustado ser madre si hubiese salido a la superficie. El chico le recuerda al hijo que nunca tuvo. Un chico que posiblemente con otras vivencias, hubiera encontrado el camino correcto. Así que se guarda el hilo en el bolsillo furtivamente. Sus hermanas están entretenidas charlando sobre la próxima visita de Hades. Siguen queriendo seducirle. No se dan cuenta que el rey del inframundo puede poseer cualquier alma cuando quiera y como quiera. No es que ella tenga más experiencia en el amor, pero ha visto que las vidas de muchos mortales han acabado por este motivo: un encuentro furtivo que se convierte en obsesión.
Coge el siguiente hilo que le entrega Laquesis rompiendo sus pensamientos. Se une a la conversación para disimular. Sí, Hades es tan apuesto y enigmático. En el bolsillo, el hilo se revuelve revoltoso. Lo empuja hasta el fondo y aparece en el de Geal, el humano. Aún no sabe las consecuencias de su acto.
11 LibreFantasía/nro 3
E
n la oscuridad donde moran las sombras. En el refugio del sufrimiento humano donde las ánimas cumplen su condena. Algunos lo llaman inframundo. Las Parcas lo conocen como hogar. Vestidas de negro con un ajustado corpiño a gusto de Hades, las tres hermanas tejen los destinos humanos. Sesgan sus vidas sin ayuda de guadaña.