31 LibreFantasía/nro 2
U
n día, al caminar a oscuras por la caverna, algo se le clavó en la planta del pie. Operd gritó y maldijo; golpeó las paredes; se puso rojo, morado y verde de dolor e ira, y al final tuvo que salir cojeando de la cueva para ver lo que se había clavado y poder sacarlo. Una vez que hubo alcanzado la luz, vio un extraño
objeto dorado, con tres picos, hundido en su moreteada piel. Lo examinó durante un rato. Estaba cubierto con su sangre opaca verdosa. Lo limpió y se percató de que parecía la llave del gran libro dorado. Con el pie cojo, llegó hasta él: efectivamente, la llave encajaba perfectamente en el mecanismo de apertura. En realidad, no le interesaban mucho los libros; aun así, como no tenía nada mejor que hacer, lo abrió. Para su sorpresa, todas las páginas estaban en blanco. No había nada escrito en él.