TEMAS ESPECIALES
te; además de crear dudas en los
inversionistas que siempre buscan
a “quien manda” para “asegurar”
sus inversiones; atrasando de ésta,
y muchas otras maneras, la marcha
de nuestro país que quiere crecer,
con ministros que tengan libertad
de acción para desempeñar criteriosamente sus funciones propias.
La tarea de
establecer el
orden en este
delicado tema
que perturba la
marcha del nivel
más alto del
aparato estatal
le corresponde
al propio
presidente de
la república y
a nadie más,
y si no lo hace
será el único
responsable de
su desgracia
política.
Seguro muchos nos preguntaremos ¿Por qué se comporta así la
Sra. Nadine?, ¿de dónde ha sacado
esa costumbre? Bueno, yo les respondo: me da la impresión de que
la ha traído de algún sector del EP
.
Según tengo referencias de personas cercanas, que en dicha institución las esposas participan activamente en los comités de damas, y
en los cuarteles donde el esposo
es el jefe máximo ellas igualmente
contribuyen con las tareas del cónyuge, ya que muchas veces domicilian en el mismo cuartel o cerca
de él; allí algunas de ellas hasta
tienen el hábito de dar órdenes
no sólo a las esposas de los colegas, sino también a los oficiales y
ni que se diga, a la tropa, los que
obedecen sin chistar. Esa sería una
vieja costumbre especialmente en
provincias, la que se habría magnificado en palacio por la inteligencia, la proactividad y el excesivo
protagonismo natural de la Sra.
Nadine; lo cual, obviamente, no
es mal visto por una parte del EP
,
porque lo habrían vivido desde que
egresaron de Oficiales. Y creo que
es sintomático, porque no recuerdo que por este medio algún pensionista de las FFAA haya criticado
esta actitud de la primera dama.
Los que más se han percatado y
resaltado su intromisión, han sido
los civiles; sean estos políticos, periodistas o público en general. Si
estoy equivocado, por favor, que
algún pensionista del EP me desmienta o corrija.
el desentendido y no le dice nada
sobre su intromisión; al parecer,
porque familiarmente ella es la que
tiene el dominio sicológico en el
hogar, lo que ha trasladado a Palacio de Gobierno, y al Presidente
no le queda otra que, inclusive,
defenderla de las críticas. Sustraído
así parte del poder del Presidente
OHT, si ningún funcionario le hiciera caso, ella no podría ejercitar
dicho poder, obligándola a ubicarse en el lugar que le corresponde.
Pero como hay una sarta de adulones y “chi señora” que le piden luz
verde para cumplir con sus funciones, entonces ella se regocija con el
ejercicio de ese poder y autoridad
que le otorgan los propios ministros y demás funcionarios que se
someten sumisamente como una
forma de continuar entornillados
en el cargo. En este desaguisado,
no sólo es culpable la que se entromete y usurpa funciones, sino también, los que obedecen las órdenes
de una usurpadora.
¿Quién le da el poder a la Sra.
Nadine?...Formalmente,
nadie.
Su esposo, el Presidente, se hace
Finalmente me da la impresión
que el periodismo también contribuye a dicho despropósito, al
32
Revista Guardia Civil
acosarla con preguntas sobre hechos que corresponden al ejecutivo. Lógicamente, ella se despacha
a su regalado gusto, sin percatarse de la trascendencia que tienen
sus palabras y que está abarcado
temas que corresponden al Ejecutivo y no a ella. Dirán algunos,
que como Primera Dama, como
presidenta de su partido o como
ciudadana, cualquiera tiene derecho a opinar libremente. Claro
que sí, pero no con el carácter de
enmendarles la plana a ministros
u otros funcionarios e inclusive,
contradecir a su esposo, el Presidente, en temas importantes
de Estado, constituyéndose en
“la última y sacrosanta palabra”,
como si estuvieran discutiendo
cosas de su hogar; como si todos
los peruanos fuéramos también
“sus sacos largos”.
Creo que la tarea de establecer
el orden en este delicado tema,
que perturba la marcha del nivel
más alto del aparato estatal, le
corresponde al propio Presidente
de la República y a nadie más. Si
no lo hace, será el único responsable de su desgracia política. Ya
está dando vergüenza Presidente.
¿Ud. cree por ejemplo, que si por
desgracia su esposa llegara a ser
Presidente del Perú, le permitiría
a Ud. opinar públicamente en
contra de lo que ella disponga o
que Ud. le enmendara la plana?...
Claro que no, y es muy probable
que lo mande a cuidar a sus hijos. Porque no creo que lo acepte
como “primer damo”.
No obstante hay que ser optimistas. Dentro de todo, aún está
Ud. haciendo un buen gobierno,
mucho mejor de lo que pensábamos los que no votamos por Ud.; no
lo malogre ni desvirtúe más permitiendo o aceptando detalles o malas
costumbres hogareñas que, llevadas
al nivel de gobierno, pueden ser extremadamente dañinas para la democracia, para la vida política y para
la economía del país.