El justo juez de la noche
Es el mote con el que se conoce a uno de los personajes más populares de las historias salvadoreñas. Esta criatura mitológica se les aparece a las personas que transitan por caminos campestres en las madrugadas.
Aquellos que aseguran haberlo visto, dicen que se trata de un jinete con un traje de color negro, que además monta un brioso corcel del mismo color. Este individuo, tiene en su mano derecha un fuete para golpear a todo aquel individuo que se cruce en su camino, aún y cuando no haya cometido ningún pecado.
Hay quienes aseveran que es un sujeto de baja estatura que no tiene cabeza. Sin embargo, esa característica no se puede notar a simple vista, pues del traje brota un humo denso que hace que todos los objetos al derredor del jinete queden oscurecidos o se vean opacos.
Los expertos dicen que esta leyenda procede de la época en la que todavía el Salvador era una colonia española. En aquellos días, una de las principales órdenes del virrey era justamente que durante las noches los caminos se mantuvieran vacíos.
Quizás por eso, la gente comenzó a creerse la historia de que un jinete se aparecía de vez en cuando, para castigar y advertir a aquellos trasnochadores que no siguieran con ese tipo de vida.
Por último, lo de «juez justo» tiene que ver con que no importaba la gravedad de la falta que se hubiera cometido, ya que todos recibían la misma cantidad de golpes. No importando si la víctima había hurtado algo o simplemente por beber algunas copas de más.