la bruja del
fuego.
Durante la Nueva España, en un poblado poco habitado, vivía una hermosa mujer venida del viejo continente para establecerse de manera definitiva en las nuevas tierras. Comentan que poseía una encantadora sonrisa y que su amabilidad y trato tan sutil hacia los niños de la región, la convertían en el ser más apreciado por los habitantes. Sin embargo, no sospechaban que en realidad era una bruja de fuego.
No había individuo que se quejara por su comportamiento o alguna mala acción, no obstante, las únicas personas que no toleraban su presencia eran los niños, pues cada vez que la mujer se intentaba acercarse a un recién nacido, éste comenzaba con un descomunal berrinche, que no acababa hasta que era alejado de la dama.
Nadie se explicaba la reacción de los bebés ya que los niños mayores a cinco años se divertían estando con ella, por lo que ninguna persona quiso investigar al respecto pues todo parecía muy normal.
Lo que nadie sabía era que dicha mujer española tenia un pacto con el diablo y éste la había dotado de algunos poderes y con ellos poseía la facultad de transformarse en una enorme bola de fuego.
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