MOVIMIENTOS SOCIALES:
TRAMPAS Y SALIDAS
Juan W. Cruz 1
¿Quién o qué hace posible que las sociedades cambien: el Estado y las instituciones
que lo conforman o los individuos que las integran? O, en otras palabras, ¿quién o cómo
se toman las decisiones de nuestros destinos? ¿somos constituidos o somos
constituyentes? La respuesta no es blanco o negro, hay que matizar y sobre todo poner
siempre la pregunta y la respuesta en contexto. Pero en términos generales podemos
decir: solo a partir de la modernidad (que decimos vivir y ejemplificar), los individuos
auto-organizados son capaces de tomar las riendas de sus vidas. Cuando así ocurre, eso
es síntoma y evidencia de modernidad. Previo a la modernidad (o más ampliamente y en
contraste, en las sociedades tradicionales), las personas son organizadas y dirigidas por
“entes externos” (iglesia/estados/gobiernos/instituciones, por ejemplo). En este caso,
ya no hablaríamos propiamente de individuos o personas, sino de súbditos/rebaño
(diría M. Foucault).
La cuestión de fondo entonces es: ¿en qué tipo de sociedad vivimos? ¿en qué tipo de
sociedad desearíamos vivir? ¿una que posibilita, impulsa, permite la propia auto-
organización y con ello reconoce mi dignidad como persona? ¿o una que la bloquea,
inhibe, y en consecuencia me/nos percibe como menores de edad a los cuales hay que
encausar para llevar por el “buen camino”?
Vivimos en una sociedad adentrada en la modernidad pero en la que persisten
inercias pre, o incluso más grave, anti-modernas. En este sentido, señales de vivir en
una sociedad moderna es la existencia de movimientos sociales pues expresan sectores
o un grupo de sujetos de la sociedad interesados en que sus intereses sean tomados en
cuenta y formen parte de su dirección. Síntomas de una sociedad tradicional, pre o
antimoderna, es el nulo o inexistente interés de una o partes de la sociedad por tomar
las decisiones de su existencia y propósitos: prefieren ser dirigidos. O como diría Kant
con relación a su máxima expresión latina ¡Sapere Aude!: hay personas que prefieren
que les digan qué pensar, desear, sentir.
Tomemos un poco de perspectiva para que valoremos el papel de un movimiento
social: cuando los individuos emergen como tales en el mundo moderno lo pueden
hacer porque han obtenido el primer logro como es la conquista de su propia
1 Dr en Ciencias Sociales y Políticas, director asociado del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales,
Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Las ideas aquí expresadas son a título personal, no representan
necesariamente las mismas de la institución.
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