CASOS
LUCHA TECNOLÓGICA, EL NUEVO FRENTE
Por: Elisa Gómez
“La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente
buenas e inteligentes, y si les das herramientas, harán cosas maravillosas con ellas.”
-Steve Jobs.
Es un hecho que en la actualidad la
tecnología ha crecido a pasos agigantados la
última década, lo que hace 20 años hubiese
podido ser parte de una novela de ciencia
ficción, hoy en día se ha vuelto una realidad.
Sin embargo, así como la tecnología logra
sobrepasar fronteras cada vez más lejanas, se
necesita una proporcionalidad por parte de la
sociedad para adaptarse a la nueva era. A lo
largo de estos años, la humanidad ha ido
acoplando a sistemas financieros, industrias,
gobiernos e incluso a culturas enteras a las
nuevas tecnologías, lo que ha provocado
nuevas formas de interacción y ha cambiado
la forma en la que nos comportamos y nos
desenvolvemos en ciertas circunstancias. Tal
es el caso de Hong Kong, una isla dentro de la
jurisdicción China.
Una megalópolis
tecnológica, cuyos ciudadanos tuvieron que
adaptar su forma de resistencia social,
convirtiendo el ciberespacio y herramientas
tecnológicas en punta de lanza para sus
protestas.
Para entender la situación social por la que
atraviesan es imperativo comprender el
contexto bajo el cual se relacionan China y
Hong Kong. Hace 22 años, Hong Kong no
pertenecía a China, por el contrario, esta isla
era parte del territorio británico, esto debido a
un acuerdo de cesión de territorio firmado por
China a Reino Unido con la condición de que
el país británico brindara su ayuda en la guerra
sino-japonesa. No fue hasta 1997 que Gran
Bretaña decidió devolver Hong Kong a China
con la condición de que ésta mantuviera su
autonomía, lo que dio origen a lo que
actualmente se le llama “un país dos sistemas”
y que a su vez creó la ley fundamental. Dicha
ley de carácter constitucional le permite a la
isla tener una autonomía exponencialmente
más grande que cualquiera de la otras
provincias de China, incluso muchos lo
denominarían como un país independiente.
Gracias a la ley, Hong Kong tiene la posibilidad
de tener su propio sistema de gobierno y por
lo tanto, tiene sus propias leyes, su propia
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