Secretaria de Energía mexicana, Rocío Nahle, durante la reunión
virtual de los representantes de la OPEP.
se levantó de su asiento y salió del margen de la cámara (Maldonado, 2020).
Esta decisión fue controversial ya que algunos defendían a la representante
por la defensa del petróleo mexicano, otros la criticaban por su ofensa al
auditorio internacional. En cualquiera de los casos, parece ser que las
reuniones diplomáticas virtuales tienen sus ventajas en cuanto a las
estrategias para negociar.
Parece ser que el optimismo ante las crisis siempre es persistente. Siempre
existe la buena fe de las personas que dicen “todo saldrá bien” acompañado
de una sonrisa ladeada y una palmada en el hombro. Y aunque no diga que
estoy en contra de esa filosofía, lo que sí puedo asegurar es que ni aunque
estemos frente a un armagedón epidemiológico podemos dejar de lado que
esto sigue siendo un problema. Las herramientas tecnológicas de
comunicación no han ayudado a moldear algo que podríamos entender
como “diplomacia virtual”. Nos han ayudado a explotar de la mejor manera
posible los recursos que tenemos a la mano para seguir llevando a cabo
nuestras actividades. No obstante, las herramientas que utilizamos no
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