Lex Scripta Mayo 2020 | Page 13

de coronavirus: COVID-19. A partir de este brote inicial la dinámica de las relaciones internacionales dio un vuelco para cambiar la manera de hacer diplomacia. Toda clase de n e g o c i a c i ó n d i p l o m á t i c a tradicionalmente se hace en persona pues es una muestra de convicción por una parte y de hospitalidad por otro lado. Pero cuando p o n emos esto en perspectiva nos damos cuenta que cualquier aglomeración masiva de personas es un potencial foco de infección, y este es el caso de las cumbres i n t e r n a c i o n a l e s y a s e a n multilaterales o bilaterales. Para comienzos de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS), profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación del COVID-19 y por su gravedad, dictó que oficialmente nos encontrábamos en una pandemia y que los países tendrían que comenzar a tomar medidas para mitigar los impactos de esta enfermedad (ONU, 2020). En este mismo tiempo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declaró que las sesiones serán “reducidas”. Esto significa “ r e d u c i r e l n ú m e r o d e participantes para cada delegación, celebrar consultas a puerta cerrada”. El objetivo es "tener más espacio y menos gente", explicó Zhang Jun, representante permanente de Pekín en el Consejo. El organismo emplea a unas 3.000 personas en Nueva York, y gracias a la coyuntura actual, la gran parte del personal se mantiene operando con el sistema de teletrabajo. La cancelación de la mayoría de la operaciones de la sede de las Naciones Unidas no habían sido reducidas desde los ataques terroristas del 11 de septiembre o por el paso de huracanes, por lo que esta modalidad de trabajo en casa y delegaciones reducidas no es algo tan usual (Infobae, 2020). ¿Será esta la nueva manera de hacer diplomacia durante la pandemia del COVID.19? 11