Lex Scripta Mayo 2020 | Page 11

internacionales toman un lugar relevante para los gobiernos de cualquier país (Heywood, ; pp. 7). Sin importar la inclinación ideológica de cualquier gobierno en particular, su agencia en cuanto a la ejecución de políticas sociales, económicas o de cualquier otra índole pueden verse potenciadas o limitadas dependiendo de la relación que se tenga con los vecinos más cercanos o con aquellos otros que le dan la vuelta al globo. No obstante, no pocas veces surgen desencuentros entre los estados que puede ocasionar estragos que lleguen a impactar hasta en temas de política doméstica como guerras comerciales, embargos y sanciones, conflictos de intereses y hasta conflictos armados. ¿Cómo resolvemos estos conflictos? Usamos diplomacia. La diplomacia es un proceso de negociación y comunicación entre estados que buscan la resolución de conflictos sin recurrir a la guerra (Heywood, ; pp. 7). En principio, las relaciones internacionales nacieron para llegar a acuerdos que procuren el bien común, y no la ganancia unilateral o al “haber cómo le hacen le hacen demás”. Para este propósito, los estados nombran a individuos selectos que los representan a nivel internacional en diversos foros para exponer los intereses nacionales, así como la organización de Representantes de China, Francia, Alemania, la UE, Irán, Reino Unido y Estados Unidos en el acuerdo nuclear iraní mesas de negociación bilaterales o multilaterales para establecer posturas, esclarecer los conflictos, mitigar daños e intentar llegar a una solución media o ceder en puntos irreconciliables recíprocamente. 9