menor tendría que “agarrar” a una de sus hijas. Giovana justifica sus
actos con el miedo que le tenía a su pareja y dice que solo quería
proteger a sus hijas, sabía que podían ser abusadas por Mario si ella
decidía ignorar lo que él le pedía. Sobre la muerte de Fátima, Gladis
Giovana también declaró: “Es que cuando vimos que ya la estaban
buscando la matamos”.
Fátima fue sepultada por sus seres queridos en una emotiva ceremonia
en el Panteón de Tulyehualco, fue despedida al son del mariachi entre
lágrimas y gritos que exigían justicia.
El caso de Fátima Cecilia es un ejemplo de un constante abuso contra
mujeres y niñas que pierden la vida por motivo de su género. De
individuos que abusan sistemáticamente a personas vulnerables. Resulta
indignante que esta clase de tragedias sigan sucediendo. La culpa recae
en la cultura machista y en las autoridades de seguridad pública. A
Fátima la mató la inseguridad del país, la mató lo desprotegidos que se
encuentran los niños y mujeres en este país. Este caso nos sirve de
precedente, entre tantos otros que se olvidan con el paso de los meses,
para mantener la lucha para salvaguardar el futuro de nuestras niñas.
Funeral de Fátima
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