infectadas, sino que ya hay contagios originadas en México
(Milenio Digital, 2020).
¿Cómo se respondió ante tal emergencia? El director del
INSABI, Juan Antonio Ferrer Aguilar, solicitó a la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público 145 millones de pesos a fin de obtener
equipamiento epidemiológico con el que antes no contaba además
de otros recursos médicos. Sin más información por el momento
sobre esa petición, asumimos que quedó en papel (Cruz, 2020). Lo
que sí sabemos es que el gobierno federal se encuentra en una
situación en la que ya no se puede permitir destinar más recursos de
los presupuestados debido a que al acabar de a poco con el Fondo
de Gastos Catastróficos ya no hay margen de error.
Sin embargo, a mediados de marzo todavía se podría haber
dicho que, a comparación de casos como los de Estados Unidos,
Italia o España, donde ya se registraban cientos de miles de
infectados, en México “no íbamos tan mal” con alrededor de 1500
y 2000 casos registrados. A mediados de abril esa cifra ya es muy
cercana a los 9000 casos confirmados. Estos datos, a grandes
rasgos, no parecen indicar que las cosas vayan mal. La situación es
que mientras que en otros países se hacen pruebas al por mayor, en
México se toman muestras con un número mínimo de pruebas para
estimar de manera aproximada cuántos casos de coronavirus habrá
en nuestro país siguiendo la tendencia que se tiene registrada. Esto
quiere decir que el enfoque mexicano equivale a una apuesta; “una
apuesta técnicamente sólida”, según López-Gatell. La salud de
millones de mexicanos está en riesgo. Casi 60% de la población es
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