LETRINA LETRINA # 9 Septiembre - octubre 2013 | 页面 17

ser demasiado humanos adorando la perfección, podríamos tratar de mejorar y perfeccionar nuestra vida en este mundo"; era lo que siempre discutíamos en el hospital, la gente no busca mejorar su vida, no tiene una idea siquiera de poder lograrlo. Lo constatábamos noche tras noche al oír toda clase de quejas en la sala de espera, y por más que se repetían los mismos casos, nunca escuchamos una idea que propusiera un cambio; les resultaba incomprensible la posibilidad de cambiar su entorno, de mejorar su vida. Me sumergí inmediatamente en la lectura, no recuerdo si la lluvia arreció o si el calor se pavoneó durante el trayecto; solo sentí una inmensa fascinación por esta clase de literatura, fascinación que me llevaría a profundizar en oscuros pasadizos: decidí entrar al próximo curso de filosofía. II Albioni — ¿Estás loca?—fue lo primero que dijo mi madre al llegar a casa— . ¡Esa carrera es para marihuanos! Ahí te la haiga si entras, no creo que a Pablo le vaiga a gustar. No sé qué gano contándote esto, supongo que es mi tributo hacia ti, que me has acompañado durante largo rato en estas noches solitarias. —¿Estás pendeja? —fue primera y última vez que me habló de esa forma. Todavía recuerdo la taza estrellándose en la frente de Pablo, y la hermosa cicatriz que le recordará tratar a una mujer como se debe. —Discúlpame —me diría por la mañana—, pero como me pides que acepte cerrar otro consultorio, ya son dos, Caridad, y todo porque según tú, ya no tienes tiempo para atenderlo. ¿Piensas que las tarjetas se pagarán solas? Sólo tuve que fruncir el ceño para hacerlo voltear a otro lado. 17