LETRINA LETRINA # 1 Mayo - junio 2012 | Page 25

Detener el tiempo PROSA JULIO MIRANDA 25 Todo era como nubes inertes. Eugene incluso sabía que era una de ellas. Martha también. Después todo era silencio, desorden. Tras un resplandor abría los ojos. Y ésta era la octava vez que despertaba así. Luego continuaba con su vida cotidiana. Como siempre, caminaba hacia su trabajo, saludando a los vecinos, compraba un café, esperando que fueran las diez para abrir su consultorio. Pero lo que en verdad le agradaba era ver a Martha. Incapaz de cortejar a la chica, consumía en el mismo lugar desde mayo. Esta mañana había resultado ser la primera helada del año y pintaba de excusa perfecta para tomar un café. Estaba a tres calles del lugar cuando un desconocido lo tomó por los hombros, llevándolo hacia la pared. En un instante Eugene había escudriñado a su adversario y sabía que algo no encajaba en la situación. “No le quiero hacer daño –le dijo- sólo le quiero dar esto. Necesito huir, pensar en algo más”. En su mano había puesto una llave, con el número tres grabado en ella. “Pero debe saber tres cosas -continuaba- sólo podría funcionar una vez, puesto que no hay ni suministro de energía ni infraestructura que soporte un uso constante. Debe ir solo; no estoy seguro qué tan grande será la burbuja y por último, sea prudente. Creí que sería valiente como para usarla, pero la verdad es que no estaba en mí. Pude visualizarla, inclusive