CONVERSACIÓN
Las horas de una oscura pero fresca noche
corren silenciosas entre mis dedos
mientras conozco poco a poco los misterios de tu ser.
Cada minuto que pasa es marcado por tres puntos
que enmarcan secretos no tan ocultos
que de admiración se llenan mi afortunado corazón.
Y sin detenerse los segundos avanzan hacia fría madrugada
que espera impaciente para arrebatarme
la dicha incontenible de imaginar tu sonrisa y tu voz.
Y como el tiempo no cesa su eterna marcha al infinito
inevitablemente tienes que partir a
tierras mágicas donde ausente aún no habito yo.