ELLA QUE VIVE
Oscura penumbra, no tan oscura
como la suavidad de las rosas
que abrazan tu piel delicada intensidad,
que de intimidad y fría frescura
llena el aire cargado de armonioso vals.
Delicado blanco que llena de ritmo
un alma perdida entre el negro
inseparable del extraño mundo
que peligra caer en la orilla del abismo
sujetándose de la nada cual vagabundo.
Incapaz de sostener sus pasos
en escalones negros que crean del viento
la magia volátil que logra perdurar
en este espíritu hecho de retazos
que sin tregua ni paz no logra descansar.