Lenguas Indígenas en Riesgo. Kiliwas Cantos de Trinidad Ochurte. Primera edición, 2006 | Page 28
Nací en Los Albérchigos, mi nombre es María Cleotilde Espinoza Cañedo. Yo
me junté con mi esposo hace 37 años. De aquí no he salido, nací en 1914.
Me acuerdo que antes tatemabamos el mezcal y comíamos la miel, se cazaba
la liebre y el conejo, todo eso se comía en esos tiempos. Un producto que era
muy valioso en esos tiempos era la cera de abeja, ésa se iba y se vendía al Álamo,
algunos iban a caballo, los que tenían, otros a pie, la cera se vendía mucho más
cara. Con eso la gente compraba café, azúcar, todo. De eso nada más se vivía,
¡si no había nada aquí! Entonces se iba al desierto a buscar que comer. Antes
un bote de miel se vendía en 10 pesos, pero entonces 10 pesos valían mucho
dinero, con eso se mantenían todos. También se cazaba el venado, ahora ya
no se caza. Ahora todo se compra en el Valle de la Trinidad: uno o dos kilos
de arroz, harina, manteca, café, azúcar, frijol, nosotros compramos todo con el
trabajo de mi marido.
Ya no hay kiliwas, sólo aquí en Arroyo de León. Antes había muchos kiliwas,
hombres y mujeres, pero se acabaron todos, para qué voy a echar mentiras, no
tengo un primo, un tío ni nada, puros sobrinos nada más. Ya nadie habla el kiliwa,
sólo de vez en cuando con mis sobrinos y Trini también, pero ya casi no se habla
kiliwa, sólo en las casas, pero hace mucho tiempo que ya no se entiende, no
se habla porque nunca se enseñó, ahora se habla muy despacito. Poco a poco
han ido entrando los mexicanos, y como no hay kiliwas, se juntan todos con
todos. Los dejamos entrar y nos fueron echando para fuera, duro, duro y duro, y
para afuera. Nadie sabe leer ni escribir, quizá algunos un poquito, solamente la
firma. No hay trabajo, sólo cerveza, mujeres y hombres, nomás agarran dinero
y luego luego se van al Valle de la Trinidad dos o tres días.
Aquí nunca ha habido medicinas ni nada, nos curamos con puras hierbas, se
toman todas, pero todo cambió cuando empezó haber médicos, desde entonces
todo es diferente.
Agua hay muy poca en la comunidad; del cerro grande para arriba hay agua,
allá donde está Graciela, pero allá hay mucho mestizo, ya los hijos no son
kiliwas puros, son puros mestizos.
Antes los jefes se elegían de los más viejos. Mi tío José Espinoza es el más
viejo, y eran capitanes y no comisariados como ahora, y así era mejor porque
todo era de la comunidad, y cuando había un problema juntaban a toda la gente
y se discutía. Pero ahora, con el comisario, ya no; me echaron de una junta
nomás por que hablé, me dijeron ¡cállese la boca! y ya ni hablar puede, puro
pleito en todas las juntas.
Antes se bailaba la Cuadrilla y se cantaba la música de boca, ahora todos
cantamos con la guitarra. Desde chiquita me acuerdo que se bailaba la Cuadrilla,
que es un baile con un bule de sonaja y la música de boca. Mi hermano tocaba
esa música, él era el acompañamiento de los cantos, así como ahora la guitarra.
Antes los del Valle de la Trinidad cantaban, pero esa música de boca hace
mucho que se fue.
Recuerdo cuando había mucho piñón allá en el piñonal; se iba por el piñón
y se hacían los bailes. El 15, 17 de agosto, salía toda la gente, los paisanos de
acá en San Isidro iban también al piñonal, y nos juntábamos, regresábamos
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